miércoles, 9 de septiembre de 2009

Capitulo 1 Segunda parte

su padre estaba bien, sin perder más tiempo se vistió lo más rápido que pudo. Seguía temblando como un flan pero lo único que quería era llegar al hospital y averiguar lo ocurrido y saber si su padre estaba bien. Cogió las llaves y salio de casa.
Llego al coche enseguida, suerte que esa noche había encontrado un aparcamiento justo enfrente de su portal, tiró el bolso en el asiento del copiloto y se monto en el coche. Apenas había coches por lo que Lucia llegó al hospital en veinte agoniosos minutos en los que no dejaba de pensar en todo lo ocurrido con su padre en los años anteriores y en todas las cosas que había dicho y verdaderamente no pensaba y en como la familia se había separado por el enfrentamiento entre su padre y ella, Lucia sabia que la mas perjudicada había sido su hermana Silvia ya que siempre había estado en medio de los dos aunque siempre se posicionaba e el lado de su padre, de hecho llevaba años si hablar con ella hasta que la llamo para asistir al cumpleaños de su padre.
Dejó de lado sus pensamientos y aparcó, al salir del coche el terror la inundo, la ultima vez que había estado en el hospital su padre se había recuperado de milagro pero ni siquiera lo había sido capaz de visitarlo, se limito a llamar al medico de su padre para que le informara ya que ella no era capaz de mirar a su padre a la cara, se sentía culpable por todo lo que le había reprochado injustamente a su padre y sabia que si hubiera ido se echarían en cara las cosas ,aunque quizás no había ido porque simplemente era una cobarde y le asustaba ver a su padre en una cama de hospital con el suero. Su cuerpo entero tembló de pensarlo, no quería ver a su padre así. La gente entraba y salía, algunas para fumarse un cigarro, otras se iban llorando seguramente debido a la perdida de un ser querido una mujer entraba embarazada, probablemente de parto.
Lucia decidida a entrar quería moverse pero sus pies no le obedecían, deseaba que todo esto fuera una pesadilla y que nada hubiera sucedido, despertarse en su cama y ponerse a pintar como todos los días pero sabía que eso no iba a ocurrir. Ya había pasado por esto una vez hacia muy poco y no se sentía preparada para volver a hacerlo, cuando entrara tendría que mantenerse serena pasara lo que pasara por su hermana, Silvia estaba allí sola y preocupada mientras ella se debatía por entrar o no aunque en realidad lo único que estaba haciendo era alargar la agonía porque no podía huir.
Se armó de valor al pensar en ello y entro en el hospital sin vacilar, nada mas hacerlo vio a muchos enfermeros ir de un lado para otro mientras la mujer embarazada estaba tumbada en una camilla pasando por las puertas que separaban la recepción de los quirófanos y paritorios, en este caso. Sus pies avanzaban con determinación pero en su mente en lo único que pensaba era en salir corriendo.
Justo en ese momento divisó a Silvia, estaba sentada en una silla con un montón de pañuelos usados en el regazo y la cabeza baja con la mirada fija en el suelo, esa imagen destrozo a Lucia. Se quedo en el umbral de la puerta mirando a su hermana pequeña, Silvia quería mucho a su padre y su mente, ni la de ella, estaba preparada para pasar por esto dos veces en tan poco tiempo aunque Lucia si se veía capaz de superar lo que sucediera con el tiempo, le dolería pero su mente era fuerte pero en cambio Silvia no, ella necesitaba a alguien de apoyo y ese alguien solo podía ser su padre ya que era el que siempre había estado con ella cuando Lucia se marchó. Llegó a la silla y le tocó el brazo, Silvia se levantó provocando que todos los pañuelos se cayeran en el suelo haciendo un gran contraste con el suelo verde musgo y se abalanzo contra ella haciendo que casi se cayera, fue una abrazo frío y breve. Lucia le susurro en el oído antes de que se apartara
-Tranquila estoy aquí, ven siéntate- Sentó a Silvia en la silla negra que había estado ocupando hace poco y ella se sentó en la de al lado- ¿Te han dicho algo los médicos?
-No, no me han dicho nada, he preguntado varias veces pero lo único que me han dicho es que esperara aquí, como si fuera tan fácil- Silvia se sorbió la nariz, tenia sus ojos normalmente marrones y brillantes rojos e hinchados de tanto llorar.
Llevaba una hora en el hospital y ningún medico le había dicho nada, simplemente le habían ofrecido una tila que había aceptado encantada pero no la había ayudado mucho, seguía nerviosa su padre era a la persona que mas quería y no podía perderla aunque no quería hablar con el medico no podía, en cualquier momento se pondría a llorar lo notaba. Logro recomponerse para que Lucia no pensara que era pequeña, siempre la había considerado axial y ya tenia 25 años, escucho como si viniera de muy lejos a su hermana instándola a que le contara que había pasado, poco a poco se tranquilizo y empezó a hablar
-Yo estaba duchándome y papa estaba viendo la televisión, termine y me puse el pijama, cuando me dirigía a la cocina a beber agua escuche un golpe en el salón, llame a papa y no contestaba –Lucia estaba impaciente, le miro a los ojos y solo vio culpabilidad en ellos, sintió pena por su hermana, por todo lo que había pasado, la insto a continuar- Bueno pensaba que se había caído algo y no escuchaba que le estaba llamando porque la tele estaba muy alta axial que bebí agua tranquilamente y cuando llegue al salón…
Estallo en lagrimas y Lucia le dio un apretón cariñoso en el muslo, se sentía impotente, sabia que para Silvia era muy duro pero si no se lo contaba ahora nunca lo haría, cuando su madre murió prohibió a todos a hablar sobre el tema y se hacia la tonta o se enfadaba cada vez que alguien sacaba el tema. Lucia había intentado llevarla al psicólogo para que hablara con el y superara la muerte de su madre pero siempre le contestaba
-No estoy loca así que no pienso ir al loquero
Por eso Lucia había dejado de insistir pero ahora se arrepentía de ello ya que Silvia no estaba fuerte mentalmente y nunca lo estaría si todo salía mal.
-¿Qué paso cuando llegaste al salón?- Pregunto con un deje de impaciencia
-Yo…yo encontré a papa en el suelo, me arrodille junto a él y empecé a gritarle que se despertara, por un momento…
Silencio.
- ¿Por un momento que?- Estaba cansada y apunto de perder la paciencia.
Justo cuando su hermana iba a contestarle un enfermero entro en la sala, Lucia se puso tensa, las manos le temblaban y casi se desmaya cuando pronuncio el nombre de Silvia, escucho a esta decirle que fuera ella a hablar con el enfermero, lentamente se levanto y le dijo al enfermero
-Hola, yo soy Lucia la hermana de Silvia Castro
- Bien, sígueme la llevare a ver al Doctor, si quiere su hermana puede venir
- No, prefiero que se quede aquíEchándole un último vistazo a Silvia que estaba mordiéndose la uña, siguió al enfermero

4 comentarios:

  1. Buen comienzo, emotivo, explora el pasado y abre el futuro
    para cuando mas?
    ;)

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  2. Buenísimo. Pocas veces tiene uno la oportunidad de leer un escrito tan fantástico. Me ha encantado.

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